jueves, 16 de noviembre de 2017

MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA

                                 -V-

                    El Pobre Caritativo

Era un hombre muy pobre, vivía de raciones,
no tenía otras rentas ni otras posesiones,
salvo lo que labraba, y lo que hacía en ocasiones,
en su hacienda tenía bien escasos pepiones.

Por ganar la Gloriosa, a la que mucho amaba,
partía con los pobres todo cuanto ganaba,
en esto entendía y por esto pugnaba
para obtener su gracia, su gran mengua olvidaba.

Cuando este pobre hubo de este mundo a pasar,
la Madre muy gloriosa lo vino a convidar,
hablóle muy sabroso, quiéralo halagar,
oyeron sus palabras todos los del lugar:


supiste por ganarla hacer buena maestría,
partías tus limosnas, decías Ave María;
por qué lo hacías todo yo bien lo entendía.

Sepas hoy que tu cosa toda es bien acabada,
es ésta en la que estamos la postrera jornada,
el ite missa est cuenta que ya es contada,
ya es venida la hora de cobrar la soldada.

Yo soy aquí venida por llevarte conmigo
al reino de mi hijo el cual es bien tu amigo,
do se ceban los ángeles del buen candeal trigo,
que las santas virtudes placer habrán contigo.

Cuando hubo la Gloriosa el sermón acabado,
desamparó la alma al cuerpo, venturado,
la tomaron los ángeles, un buen convento honrado,
y la llevaron al cielo, sea Dios alabado.

Los hombres por los cuales la voz fue antes oída,
muy prontamente vieron la promesa cumplida;
a la Madre gloriosa, la que es tan comedida,
todos le rendían gracias, cada uno a su medida.

Quien tales cosas oiga, será mal venturado,
si de Santa María no fuese muy pagado;
y si más no la honrase sería desmesurado,
que quien de ella se parte, es muy mal engañado.

Aún más adelante queremos aguijar,
que razón como ésta no es razón de olvidar,
ya que estos son los árboles que debemos holgar,
en cuya sombra suelen las aves organar.
GONZALO DE BERCEO, Milagros de Nuestra Señora. Versión de J. Benito de Lucas.



Resumen: Este milagro trata sobre la historia de un hombre muy pobre que comparte todo lo que gana con los pobres a pesar de su miseria, su inferioridad no pasa desapercibida a la Virgen. Por eso, lo salva cuando llega su última hora y lo conduce al cielo.
La moraleja es similar a la que podemos extraer del resto de milagros Prestando nuestros bienes con los demás (realizando buenas obras), recibimos una recompensa, que en este caso es ganar el favor de la Virgen.


 Hemos decidido elegir este milagro ya que nos ha parecido muy interesante por el hecho de que se relate la historia de cómo un hombre que no tiene muchas posesiones comparta los poco bienes que tiene con gente pobre, algo que en la actualidad es muy poco frecuente. Además se refleja muy bien la finalidad moralizadora de casi todos los milagros de nuestra señora, que es ganarse el favor de la Virgen haciendo buenas obras por los demás.




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